Protégete con grupos de presión contra incendios este verano

Extinción de incendios

Ya ha llegado el verano, y con él, los riesgos de incendio de cada año. Si te preocupa cómo proteger tu hogar ante estas situaciones, acompáñanos en la siguiente historia mediante la cual te explicaremos cómo puedes lograrlo este verano, sea como sea tu hogar, mediante grupos de presión contra incendios. 

Érase una vez… unos grupos contra incendios

En pleno mes de agosto, un tranquilo vecindario se vio asediado por un incendio forestal. La amenaza para las casas no era imaginaria, ya que debido al calor y fuerte viento, las llamas avanzaban más rápido de lo que cabía esperar. 

¿Qué es un grupo de presión contra incendios?

En medio de esa situación, nuestra instalación de un grupo de presión contra incendios demostró ser una muy buena decisión. 

Las autoridades emitieron una alerta de evacuación para nuestra área. Pero por suerte, conscientes de los riesgos que conlleva el verano, habíamos tomado precauciones al instalar un un grupo de presión contra incendios en nuestra propiedad. 

Un grupo de bombeo contra incendios es un sistema que permite impulsar agua con un determinado caudal y a una presión suficiente en diferentes puntos de suministro, como por ejemplo en una boca de incendios. 

Grupo de presión contra incendios

¿Y cómo funciona? Se activa con la detección de una caída de presión en el sistema de agua, que puede ocurrir cuando se activa una boca de incendio, un rociador automático por detección de humo o cualquier otro dispositivo de extinción. Por ejemplo, si un bombero conecta una manguera a una boca de incendio, esto provoca una caída en la presión del sistema. Esta caída es detectada por sensores en el grupo de presión, que inmediatamente encienden las bombas. Las bombas, entonces, aumentan la presión del agua y aseguran que el flujo sea suficiente y constante para extinguir el fuego de manera efectiva. 

Nuestro sistema estaba diseñado para mantener una presión constante y alta en nuestras tuberías de agua, listas para ser utilizadas en caso de emergencia.

Sabíamos que las técnicas de extinción del fuego se basan en la eliminación de uno o más elementos del triángulo del fuego: combustible, oxígeno y calor. Nuestro grupo de presión estaba preparado para enfrentar esta situación.

¿Qué debe tener un equipo contra incendios?

De forma resumida, ya que no es el objetivo de esta historia, os diremos que el sistema incluye una bomba principal y una bomba jockey, que mantiene la presión constante en las tuberías. 

En nuestro caso, además, teníamos algunas bocas de incendios estratégicamente ubicadas alrededor de la propiedad.

El grupo de presión contra incendios también contaba con válvulas de control y retención, un panel de control para monitorear y operar, y un tanque de almacenamiento de agua que aseguraba un suministro constante.

¿Qué presión debe tener un sistema contra incendios?

Una vez asentados los conocimientos básicos, síganos con nuestra historia. 

Al acercarse un poco más las llamas, encendimos el grupo de presión y las bombas empezaron a  funcionar, asegurando una presión mínima de 3.5 bares en nuestras bocas de incendio, suficiente para un caudal adecuado que permitiera combatir las llamas. 

La presión del agua era potente, permitiendo una lucha efectiva contra las llamas. Aunque estábamos bastante nerviosos supimos mantener la calma, el agua salía con suficiente fuerza como para enfriar las áreas afectadas y sofocar el fuego al cortar el suministro de oxígeno.

Cuando llegaron los bomberos, nos felicitaron por nuestra preparación. Porque es muy importante tener en cuenta, eso sí, que estos equipos son efectivos para incendios más pequeños o para contener las llamas hasta que lleguen los bomberos, pero nunca deben reemplazar un plan de evacuación y las directrices de las autoridades.

Ese día nos dimos cuenta de la importancia de contar con un grupo de presión contra incendios, especialmente en las épocas del año más calurosas. Por eso decidimos que esos meses, a partir de ese momento, no los pasaríamos en nuestra casa, sino en un pequeño  apartamento que teníamos a modo de segunda residencia. Consideramos que era más seguro. 

Equipo de presión contraincendios en zonas residenciales

Sin embargo, no pasaron ni dos años que también allí vivimos un incendio. Debido a las altas temperaturas, esa tarde estábamos todos los vecinos en nuestro piso descansando bajo el aire acondicionado, cuando de repente saltó la alarma de incendios. Salimos al pasillo y vimos humo saliendo del apartamento del tercer piso. ¡Un cortocircuito en un electrodoméstico había provocado un incendio!

La normativa de extintores en una comunidad de propietarios

Según la normativa de extintores en un edificio de viviendas, es obligatorio:

  • tener extintores en cada planta y en zonas comunes. 
  • cada extintor debe ser revisado y mantenido regularmente para asegurar su funcionamiento en caso de emergencia.
  • por otro lado, es importante contar con un grupo de presión contra incendios que pueda mantener una presión constante y alta en las tuberías de agua, listo para ser utilizado en cualquier momento. 
  • finalmente, los detectores de humo en todas las áreas comunes y en cada apartamento son indispensables para poder alertar de un riesgo de incendio, ya que están conectados a un sistema de alarma general. 

Extintores en comunidades

Contar con extintores y sistemas contra incendios funcionales, no solo es una exigencia legal, sino que puede salvar vidas y propiedades. 

En cualquier caso, es importante revisar las normas establecidas en cada comunidad. 

Sistemas de protección contra incendios que existen

Existen diferentes sistemas de protección contra incendios:

  • Los equipos de detección: aquí se incluyen los detectores de humo, para la detección temprana y la activación de los sistemas de alarma, que pueden alertar automáticamente a los bomberos. 
  • Los equipos de extinción: incluyendo extintores de incendios y rociadores automáticos. Existen diferentes clases de extintores contra incendios: 
  • Extintores de agua (Clase A): para materiales combustibles sólidos, como madera y papel.
  • Extintores de espuma (Clase A y B): para líquidos inflamables como aceite y gasolina.
  • Extintores de CO2 (Clase B y C): para fuegos eléctricos y líquidos inflamables.
  • Extintores de polvo químico (Clase A, B y C): versátiles y adecuados para varios tipos de incendios.
  • En cuanto a los rociadores automáticos, instalados en techos, se activan automáticamente al detectar el calor. 
  • Sistemas de mangueras y bocas de incendio: son los encargados de proporcionar acceso inmediato a una fuente de agua dirigida y potente.
  • Alarmas de incendios: son sistemas de alerta sonora y visual para evacuar a los ocupantes rápidamente.

Adicionalmente, algunos edificios cuentan con puertas cortafuegos, instaladas en puntos clave para evitar la propagación del fuego entre habitaciones. 

En nuestro edificio, fueron cruciales para controlar el fuego:

  • Detectores de humo y alarmas, que avisaron a los residentes del peligro.
  • Rociadores automáticos: instalados en áreas comunes, comenzaron a rociar agua para suprimir las llamas.
  • Extintores de incendio: localizados en pasillos y áreas comunes, permitieron a los vecinos actuar rápidamente.

Activación del grupo de presión y problemas con los extintores

Cuando la alarma se activó, varios vecinos se apresuraron a utilizar los extintores ubicados en el pasillo del tercer piso. Sin embargo, nos enfrentamos a un problema inesperado: uno de los extintores no funcionaba correctamente porque no había sido revisado a tiempo. Y además, en otra planta, no había extintor disponible, lo que generó un poco de miedo entre los vecinos.

Por suerte, un vecino del cuarto piso supo reaccionar y trajo un extintor de su apartamento, que estaba en perfecto estado, y sirvió para ayudar a controlar el fuego. Mientras tanto, otros vecinos se coordinaron para evacuar a las personas mayores y a los niños mientras se activaban las bocas de incendio.

El grupo de presión contra incendios se activó automáticamente, asegurando una presión constante en las bocas de incendio del edificio. La presión mínima de 3.5 bares, que ya hemos mencionado, era suficiente para proporcionar un caudal adecuado y combatir las llamas con eficacia. Las mangueras conectadas a las bocas de incendio fueron utilizadas por los vecinos más cercanos, quienes, siguiendo las indicaciones de seguridad, comenzaron a enfriar las áreas afectadas y a sofocar el fuego.

Cumpliendo con las obligaciones de seguridad

Los recientes eventos nos enseñaron la importancia de revisar regularmente y mantener todos los dispositivos en cada planta y en perfecto estado. A pesar de que creíamos estar al día con las normativas, nos dimos cuenta de que algunos mantenimientos no se habían realizado correctamente. Nuestro administrador de la comunidad se comprometió a revisar cada seis meses todos los extintores y asegurar su eficacia en todas las plantas. 

También resulta una buena práctica realizar simulacros de evacuación periódicamente, para asegurarse de que todos los residentes están preparados y tienen los conocimientos necesarios para reaccionar y hacer frente a un incendio de forma adecuada. 

 

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